Cuando trato de imaginarme la evolución informática en los próximos cincuenta años no puedo separarlo de una revolución tecnológica que cambiará profundamente nuestro modo de vida y no sólo en el ámbito doméstico sino que será la base del desarrollo moderno en disciplinas científicas muy dispares y que tendrá consecuencias inimaginables.
La capacidad de cálculo y de transmisión de información es una de las bases de las sociedades modernas y la evolución de la informática irá asociada, sin duda, a una revolución tecnológica en todos los campos.
En el plano teórico uno de las conceptos que suena con más fuerza a la hora de pensar en el futuro de la computación es la física cuántica.
Muchos científicos consideran que la mecánica cuántica es simplemente la puerta al futuro que nos permitirá comprender el funcionamiento del cerebro humano, dar un nuevo sentido a las leyes de la física, desentrañar los secretos del universo y en definitiva hará que la tecnología se quede obsoleta a una velocidad asombrosa.
En el documental "Los visionarios de la física cuántica" ya se llegaba a afirmar que si se llegase a construir un solo "ordenador cuántico" de unos pocos Qbits tendría una capacidad de calculo superior a todos los procesadores actuales juntos.
El físico español Juan Ignacio Cirac, director de la División Teórica del Instituto Max-Planck de Óptica Cuántica en Alemania, afirmaba:
"Aquel que construya el artefacto en el futuro tendrá el poder para descifrar cualquier tipo de código. El mundo dejaría entonces de tener secretos"
"Un sólo átomo o «qbit» ofrece varias posibilidades y un ordenador de 500 «qbits», con todas las combinaciones posibles de sus «estados superpuestos», equivaldría a uno convencional con un número de procesadores inimaginable, de 10 elevado a 150, imposible de construir."
Aplicar todo esto a cualquier campo de la investigación puede transformar vertiginosamente nuestras sociedades con consecuencias difíciles de prever en ramas tan dispares como la física, medicina, armamentística, robótica, etc.
Pero centrémonos solamente en el campo que no interesa que es sin duda la informática.
El señor Gordon Moore, cofundador de Intel, predijo ya en 1965 que cada 18 meses se duplicaría el número de transistores en un circuito integrado reduciéndose los costos y aumentando las prestaciones, la "Ley de Moore" se ha venido cumpliendo puntualmente, aunque cueste creerlo, hasta nuestros días.
Si la ley de Moore fuese aplicable a otros ámbitos se llegarían a resultados verdaderamente sorprendentes, uno de los ejemplos más difundidos es que si a un vuelo comercial entre Nueva York y París que en 1978 costaba 900 dólares y tardaba siete horas si le pudiesen aplicar los principios de Moore de la misma forma que se han cumplido en la industria de los semiconductores hoy en día costaría un céntimo de dólar y duraría menos de un segundo.
Sin embargo la miniaturización de los transistores y microchips llegará un momento en el que chocará irremediablemente con los límites del espacio físico, no será posible avanzar por esa vía.
De manera simplificada podríamos decir que el electrón es la partícula del átomo que con su movimiento produce electricidad y llegará un momento en el que no podamos reducir más el camino por el que queremos que circule sin que se salga y produzca errores.
La leyes de la mecánica cuántica parece que pueden aportar una solución factible a este problema, permitiendo una superposición coherente de las partículas, estás pueden estar en dos lugares al mismo tiempo y además también en dos estados a la vez como partícula y como onda.
Se trata de cambiar los principios eléctricos de "encendido" y "apagado" o si lo preferimos de los "ceros" y "unos" de la computación digital por los de la mecánica cuántica.
Se sustituiría un bit que está limitado a dos únicos estados, cero o uno, por un Qbit que puede ser 0 ó 1 y 1 ó 0 al mismo tiempo. Gracias a la superposición y entrelazamiento de las partículas se dará lugar lugar a un aumento exponencial de la complejidad y número de operaciones que se pueden realizar a la vez.
Según un dato extraído literalmente de la wikipedia "un computador cuántico de 30 qubits equivaldría a un procesador convencional de 10 teraflops (millones de millones de operaciones en coma flotante por segundo), cuando actualmente las computadoras trabajan en el orden de gigaflops (miles de millones de operaciones)."
Pero ¿como podemos llevar esto a la práctica?
Una de la posibilidades para conseguir un hardware del futuro capaz de seguir los principios de la mecánica cuántica es la fabricación de chips fotónicos
El chip fotónico sustituirá la electricidad por la luz como medio de transportar la información, ya no sería electrones los encargados de llevar la carga sino que se verían reemplazados por fotones, éstos no solo podrían viajar y transmitir la información increiblemente más rápido sino que podrían ocupar un mismo espacio físico cruzándose sin interferir unos con otros.
¿Pero es factible que el ordenador personal desaparezca tal y como lo conocemos?
El alto costo, la necesidad de un mantenimiento óptimo y de unas condiciones especiales para su correcto funcionamiento y sobre todo debido al aumento exponencial del número de operaciones que se podrán realizar simultáneamente y la celeridad con la que se ejecutarán y viajarán en el espacio hará que sean empresas especializadas las que se hagan cargo de alojar los superordenadores cuánticos.
Podrán prestar así un servicio a un núcleo de población grande realizando las operaciones y transmitiendo los datos a nuestros hogares o empresas de manera instantánea.
En casa sería suficiente con disponer de un pequeño terminal que nos sirva de acceso y al igual que pagamos por internet contrataremos el servicio según las prestaciones o espacio del que queramos disponer.
Todo ello reforzará y dará mayor profundidad a la cada vez más extendida idea de "la computación en la nube" o "cloud computing" que resumidamente no es más que la prestación de una serie de servicios a través de la red con capacidad para adaptarse a las demandas de cada cliente de forma flexible.
Este catalogo de servicios y prestaciones variará según las necesidades de cada hogar o empresa en capacidad de calculo, velocidad, almacenamiento, seguridad, asistencia, especialización, etc.
Las posibilidades serán infinitas pero en definitiva podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que en el futuro todo estará en la nube.
A ver si tengo tiempo para pulir y añadir alguna cosa
Un saludo y suerte a todos
La capacidad de cálculo y de transmisión de información es una de las bases de las sociedades modernas y la evolución de la informática irá asociada, sin duda, a una revolución tecnológica en todos los campos.
En el plano teórico uno de las conceptos que suena con más fuerza a la hora de pensar en el futuro de la computación es la física cuántica.
Muchos científicos consideran que la mecánica cuántica es simplemente la puerta al futuro que nos permitirá comprender el funcionamiento del cerebro humano, dar un nuevo sentido a las leyes de la física, desentrañar los secretos del universo y en definitiva hará que la tecnología se quede obsoleta a una velocidad asombrosa.
En el documental "Los visionarios de la física cuántica" ya se llegaba a afirmar que si se llegase a construir un solo "ordenador cuántico" de unos pocos Qbits tendría una capacidad de calculo superior a todos los procesadores actuales juntos.
El físico español Juan Ignacio Cirac, director de la División Teórica del Instituto Max-Planck de Óptica Cuántica en Alemania, afirmaba:
"Aquel que construya el artefacto en el futuro tendrá el poder para descifrar cualquier tipo de código. El mundo dejaría entonces de tener secretos"
"Un sólo átomo o «qbit» ofrece varias posibilidades y un ordenador de 500 «qbits», con todas las combinaciones posibles de sus «estados superpuestos», equivaldría a uno convencional con un número de procesadores inimaginable, de 10 elevado a 150, imposible de construir."
Aplicar todo esto a cualquier campo de la investigación puede transformar vertiginosamente nuestras sociedades con consecuencias difíciles de prever en ramas tan dispares como la física, medicina, armamentística, robótica, etc.
Pero centrémonos solamente en el campo que no interesa que es sin duda la informática.
El señor Gordon Moore, cofundador de Intel, predijo ya en 1965 que cada 18 meses se duplicaría el número de transistores en un circuito integrado reduciéndose los costos y aumentando las prestaciones, la "Ley de Moore" se ha venido cumpliendo puntualmente, aunque cueste creerlo, hasta nuestros días.
Si la ley de Moore fuese aplicable a otros ámbitos se llegarían a resultados verdaderamente sorprendentes, uno de los ejemplos más difundidos es que si a un vuelo comercial entre Nueva York y París que en 1978 costaba 900 dólares y tardaba siete horas si le pudiesen aplicar los principios de Moore de la misma forma que se han cumplido en la industria de los semiconductores hoy en día costaría un céntimo de dólar y duraría menos de un segundo.
Sin embargo la miniaturización de los transistores y microchips llegará un momento en el que chocará irremediablemente con los límites del espacio físico, no será posible avanzar por esa vía.
De manera simplificada podríamos decir que el electrón es la partícula del átomo que con su movimiento produce electricidad y llegará un momento en el que no podamos reducir más el camino por el que queremos que circule sin que se salga y produzca errores.
La leyes de la mecánica cuántica parece que pueden aportar una solución factible a este problema, permitiendo una superposición coherente de las partículas, estás pueden estar en dos lugares al mismo tiempo y además también en dos estados a la vez como partícula y como onda.
Se trata de cambiar los principios eléctricos de "encendido" y "apagado" o si lo preferimos de los "ceros" y "unos" de la computación digital por los de la mecánica cuántica.
Se sustituiría un bit que está limitado a dos únicos estados, cero o uno, por un Qbit que puede ser 0 ó 1 y 1 ó 0 al mismo tiempo. Gracias a la superposición y entrelazamiento de las partículas se dará lugar lugar a un aumento exponencial de la complejidad y número de operaciones que se pueden realizar a la vez.
Según un dato extraído literalmente de la wikipedia "un computador cuántico de 30 qubits equivaldría a un procesador convencional de 10 teraflops (millones de millones de operaciones en coma flotante por segundo), cuando actualmente las computadoras trabajan en el orden de gigaflops (miles de millones de operaciones)."
Pero ¿como podemos llevar esto a la práctica?
Una de la posibilidades para conseguir un hardware del futuro capaz de seguir los principios de la mecánica cuántica es la fabricación de chips fotónicos
El chip fotónico sustituirá la electricidad por la luz como medio de transportar la información, ya no sería electrones los encargados de llevar la carga sino que se verían reemplazados por fotones, éstos no solo podrían viajar y transmitir la información increiblemente más rápido sino que podrían ocupar un mismo espacio físico cruzándose sin interferir unos con otros.
¿Pero es factible que el ordenador personal desaparezca tal y como lo conocemos?
El alto costo, la necesidad de un mantenimiento óptimo y de unas condiciones especiales para su correcto funcionamiento y sobre todo debido al aumento exponencial del número de operaciones que se podrán realizar simultáneamente y la celeridad con la que se ejecutarán y viajarán en el espacio hará que sean empresas especializadas las que se hagan cargo de alojar los superordenadores cuánticos.
Podrán prestar así un servicio a un núcleo de población grande realizando las operaciones y transmitiendo los datos a nuestros hogares o empresas de manera instantánea.
En casa sería suficiente con disponer de un pequeño terminal que nos sirva de acceso y al igual que pagamos por internet contrataremos el servicio según las prestaciones o espacio del que queramos disponer.
Todo ello reforzará y dará mayor profundidad a la cada vez más extendida idea de "la computación en la nube" o "cloud computing" que resumidamente no es más que la prestación de una serie de servicios a través de la red con capacidad para adaptarse a las demandas de cada cliente de forma flexible.
Este catalogo de servicios y prestaciones variará según las necesidades de cada hogar o empresa en capacidad de calculo, velocidad, almacenamiento, seguridad, asistencia, especialización, etc.
Las posibilidades serán infinitas pero en definitiva podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que en el futuro todo estará en la nube.
A ver si tengo tiempo para pulir y añadir alguna cosa
Un saludo y suerte a todos
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