Windows 11 está a la vuelta de la esquina. Son muchas las novedades que ya se conocen y otras tantas que quedan por descubrir o ser desarrolladas incluso. Según el usuario, son de mayor o menor interés. Alguien puede alegrase más de tener aplicaciones Android que de la renovación en la interfaz de usuario.
Sin embargo, hay una novedad que ha pasado desapercibida para la mayoría, aunque con motivo. Windows 11 se ha esforzado por optimizar su rendimiento en procesadores big.LITTLE. ¿Qué son esos procesadores? ¿Acaso tienen algo que ver con el usuario promedio?
ÍNDICE
1 - Introducción a big.LITTLE - ¿Qué es?
2 - El peso de ARM
3 - Situación actual
4 - ¿Llegará entonces a sobremesa?
5 - Conclusión
Introducción a big.LITTLE - ¿Qué es?
La explicación es relativamente sencilla. Supongamos un procesador de 8 núcleos cualquiera, por ejemplo, un Intel Core i7 11700K. Esos 8 núcleos son idénticos. Cuando vaya a darse un salto generacional, la arquitectura cambiará, con ella los núcleos, y tendrán un nuevo diseño, pero seguirán siendo homogéneos.
Esquema ficticio de los 8 núcleos de un i7 11700K.
big.LITTLE es un diseño diferenciado por la mezcla heterogénea de sus núcleos. Existen los "little", núcleos más comedidos, de potencia limitada, pero consumo bajo, y los "big", núcleos de alto rendimiento con consumo más alto.
Esquema ficticio de un procesador big.LITTLE con 4 núcleos de cada tipo, 8 en total.
Si pusiéramos un procesador con este diseño en, por ejemplo, un portátil, podrías estar renderizando un vídeo, haciendo uso de los procesadores de alto rendimiento, pero revisar el correo mientras eso pasa, usando los de alta eficiencia. De esta forma el portátil no gastaría tanta energía y podrían mejorarse la autonomía o temperaturas incluso, todo sin perder casi rendimiento en la tarea que más exija. ¿Se ha hecho esto alguna vez? ¿Son los núcleos de alto rendimiento realmente potentes? Hay un pequeño "problema" con todo esto: ARM tiene la patente de big.LITTLE. Vamos a explicar qué es ARM y cuál es su situación en el mercado actual antes de continuar.
El peso de ARM
Para los que estén algo más perdidos, x86 es la arquitectura en la que se fundamentan casi la totalidad de los ordenadores modernos. Sin embargo, hay más sectores importantes: smartphones, tablets y otro tipo de productos que no necesitan la potencia de un ordenador de sobremesa, sino un equilibrio que además suponga una buena autonomía. Estos recurren a la arquitectura ARM generalmente. Esto es porque los procesadores ARM ofrecen un bajísimo consumo, a costa de perder potencia. Claro que en tu smartphone no quieres trabajar con Adobe Premiere, así que es potencia suficiente.
Los creadores de ARM ofrecen diseños de referencia con cada generación de la arquitectura, y las empresas son libres de modificarlos a medida y licenciarlos. Así por ejemplo Samsung crea sus procesadores Exynos para sus smartphones. Claro que no es el único uso. Amazon tiene sus procesadores
Graviton y los usa desde hace unos dos años, Microsoft lanzó su primera Surface con un procesador ARM, el cual diseñaron ellos también en colaboración con Qualcomm (y se habla de que estén siguiendo la estela de Amazon para sus propios servidores) Google parece estar desarrollando sus propios procesadores ARM para los Pixel y servidores... Todo el mundo se está subiendo al carro de ARM. ¿Por qué?
Licenciar y producir tus propios procesadores ARM, en vez de comprar por ejemplo a Intel, sale más barato casi siempre. El proceso sería tomar el diseño de referencia, modificarlos a medida y enviar los "planos" de tu procesador a una fundición (como TSMC, por ejemplo) para que te lo produzcan. Esto significa crear tus propios procesadores diseñados para tareas específicas, optimizando hasta la última gota. Concluyendo, aunque en escritorio se sigan usando procesadores de Intel o AMD, no quiere decir que ARM no tenga su propia audiencia. Y está creciendo.
Situación actual
Vale, ha quedado claro que ARM tiene más presencia que nunca. Pero la posibilidad de que llegue al usuario doméstico puede parecer remotas. Es decir, ARM puede funcionar muy bien en dispositivos que necesiten eficiencia antes que potencia bruta, pero al final del día un procesador "tradicional" ofrece mayor rendimiento. Y en casa no te preocupas de que se le acabe la batería a tu portátil, menos aún al sobremesa.
Volviendo a las preguntas que cierran el primer apartado, puede no parecerlo, pero Apple tiene que ver en esta historia. El lanzamiento de los MacBook con el procesador Apple M1 supuso un cambio de paradigma. Solamente lo que hizo AMD con los Ryzen, mostrando el potencial del diseño de chiplets, ya fue importante, pero Apple hizo algo todavía más drástico: el M1 es un procesador ARM y big.LITTLE, no x86 como los Ryzen.
La importancia de remarcar que el M1 es ARM y usa big.LITTLE, es porque el rendimiento que ha demostrado arroja a la luz una fuerte idea: ARM puede competir con las arquitecturas actuales. No solo puede competir, puede ganar. Atrás ha quedado la idea de que ARM es exclusivamente para dispositivos de bajo rendimiento. Los MacBook que montan un M1 son generalmente mucho más potentes que el mismo modelo con la alternativa de Intel. Parecía que ARM tenía su propio nicho, pero finalmente han coincidido y ahora empieza la diferenciación.
¿Llegará entonces a sobremesa?
La respuesta corta es que seguramente sí, de una forma o de otra. A día de hoy AMD usa un diseño menos convencional, el de los chiplets, con sus Ryzen. Intel usa el diseño monolítico que lleva arrastrando básicamente toda su historia. Esto tampoco quiere decir que se hayan atascado o no quieran cambiar: ya existen Intel Xeon con diseño de chiplets (que ellos llaman tiles) e incluso están estudiando su implementación es GPUs. Todavía más interesante: Intel está trabajando en diseños big.LITTLE Alder Lake). La implementación en sobremesa de big.LITTLE tiene detractores, que no encuentran sentido en tener núcleos de bajo rendimiento. Se especula que pueda ayudar a dejar las tareas más livianas (tener Whatsapp, el navegador, o una llamada en curso de fondo) a cargo de estos núcleos con tal de reducir el uso total del procesador y dar mayor margen a los núcleos de alto rendimiento.
Hay más dudas que verdades. No se sabe cuál es una configuración equilibrada de núcleos big/little, no se sabe cómo lo gestionará el Sistema Operativo, ni tan siquiera se sabe si finalmente tendrá mucho sentido.
Aunque el caso del MacBook y la marca que deja Apple, nos hace pensar que sí lo tiene. Además, como se decía al incio: Microsoft apunta a los big.LITTLE con Windows 11. Con la ISO filtrada ya se han hecho benchmarks y es un hecho.
Conclusión
Microsoft se preocupa por big.LITTLE. ARM llega con fuerza y los sistemas operativos deben estar listos. macOS ya trabaja con tecnología ARM, Windows no podía ser menos. Siendo directos con el título de este texto: sí, big.LITTLE es importante. Lo que no puede saberse con certeza es cómo será el desenlace de esta situación. Queda sentarse y esperar, a ver cómo crecen y se adaptan las distintas tecnologías involucradas en el proceso.
Sin embargo, hay una novedad que ha pasado desapercibida para la mayoría, aunque con motivo. Windows 11 se ha esforzado por optimizar su rendimiento en procesadores big.LITTLE. ¿Qué son esos procesadores? ¿Acaso tienen algo que ver con el usuario promedio?
ÍNDICE
1 - Introducción a big.LITTLE - ¿Qué es?
2 - El peso de ARM
3 - Situación actual
4 - ¿Llegará entonces a sobremesa?
5 - Conclusión
Introducción a big.LITTLE - ¿Qué es?
La explicación es relativamente sencilla. Supongamos un procesador de 8 núcleos cualquiera, por ejemplo, un Intel Core i7 11700K. Esos 8 núcleos son idénticos. Cuando vaya a darse un salto generacional, la arquitectura cambiará, con ella los núcleos, y tendrán un nuevo diseño, pero seguirán siendo homogéneos.
Esquema ficticio de los 8 núcleos de un i7 11700K.
big.LITTLE es un diseño diferenciado por la mezcla heterogénea de sus núcleos. Existen los "little", núcleos más comedidos, de potencia limitada, pero consumo bajo, y los "big", núcleos de alto rendimiento con consumo más alto.
Esquema ficticio de un procesador big.LITTLE con 4 núcleos de cada tipo, 8 en total.
Si pusiéramos un procesador con este diseño en, por ejemplo, un portátil, podrías estar renderizando un vídeo, haciendo uso de los procesadores de alto rendimiento, pero revisar el correo mientras eso pasa, usando los de alta eficiencia. De esta forma el portátil no gastaría tanta energía y podrían mejorarse la autonomía o temperaturas incluso, todo sin perder casi rendimiento en la tarea que más exija. ¿Se ha hecho esto alguna vez? ¿Son los núcleos de alto rendimiento realmente potentes? Hay un pequeño "problema" con todo esto: ARM tiene la patente de big.LITTLE. Vamos a explicar qué es ARM y cuál es su situación en el mercado actual antes de continuar.
El peso de ARM
Para los que estén algo más perdidos, x86 es la arquitectura en la que se fundamentan casi la totalidad de los ordenadores modernos. Sin embargo, hay más sectores importantes: smartphones, tablets y otro tipo de productos que no necesitan la potencia de un ordenador de sobremesa, sino un equilibrio que además suponga una buena autonomía. Estos recurren a la arquitectura ARM generalmente. Esto es porque los procesadores ARM ofrecen un bajísimo consumo, a costa de perder potencia. Claro que en tu smartphone no quieres trabajar con Adobe Premiere, así que es potencia suficiente.
Los creadores de ARM ofrecen diseños de referencia con cada generación de la arquitectura, y las empresas son libres de modificarlos a medida y licenciarlos. Así por ejemplo Samsung crea sus procesadores Exynos para sus smartphones. Claro que no es el único uso. Amazon tiene sus procesadores
Graviton y los usa desde hace unos dos años, Microsoft lanzó su primera Surface con un procesador ARM, el cual diseñaron ellos también en colaboración con Qualcomm (y se habla de que estén siguiendo la estela de Amazon para sus propios servidores) Google parece estar desarrollando sus propios procesadores ARM para los Pixel y servidores... Todo el mundo se está subiendo al carro de ARM. ¿Por qué?
Licenciar y producir tus propios procesadores ARM, en vez de comprar por ejemplo a Intel, sale más barato casi siempre. El proceso sería tomar el diseño de referencia, modificarlos a medida y enviar los "planos" de tu procesador a una fundición (como TSMC, por ejemplo) para que te lo produzcan. Esto significa crear tus propios procesadores diseñados para tareas específicas, optimizando hasta la última gota. Concluyendo, aunque en escritorio se sigan usando procesadores de Intel o AMD, no quiere decir que ARM no tenga su propia audiencia. Y está creciendo.
Situación actual
Vale, ha quedado claro que ARM tiene más presencia que nunca. Pero la posibilidad de que llegue al usuario doméstico puede parecer remotas. Es decir, ARM puede funcionar muy bien en dispositivos que necesiten eficiencia antes que potencia bruta, pero al final del día un procesador "tradicional" ofrece mayor rendimiento. Y en casa no te preocupas de que se le acabe la batería a tu portátil, menos aún al sobremesa.
Volviendo a las preguntas que cierran el primer apartado, puede no parecerlo, pero Apple tiene que ver en esta historia. El lanzamiento de los MacBook con el procesador Apple M1 supuso un cambio de paradigma. Solamente lo que hizo AMD con los Ryzen, mostrando el potencial del diseño de chiplets, ya fue importante, pero Apple hizo algo todavía más drástico: el M1 es un procesador ARM y big.LITTLE, no x86 como los Ryzen.
La importancia de remarcar que el M1 es ARM y usa big.LITTLE, es porque el rendimiento que ha demostrado arroja a la luz una fuerte idea: ARM puede competir con las arquitecturas actuales. No solo puede competir, puede ganar. Atrás ha quedado la idea de que ARM es exclusivamente para dispositivos de bajo rendimiento. Los MacBook que montan un M1 son generalmente mucho más potentes que el mismo modelo con la alternativa de Intel. Parecía que ARM tenía su propio nicho, pero finalmente han coincidido y ahora empieza la diferenciación.
¿Llegará entonces a sobremesa?
La respuesta corta es que seguramente sí, de una forma o de otra. A día de hoy AMD usa un diseño menos convencional, el de los chiplets, con sus Ryzen. Intel usa el diseño monolítico que lleva arrastrando básicamente toda su historia. Esto tampoco quiere decir que se hayan atascado o no quieran cambiar: ya existen Intel Xeon con diseño de chiplets (que ellos llaman tiles) e incluso están estudiando su implementación es GPUs. Todavía más interesante: Intel está trabajando en diseños big.LITTLE Alder Lake). La implementación en sobremesa de big.LITTLE tiene detractores, que no encuentran sentido en tener núcleos de bajo rendimiento. Se especula que pueda ayudar a dejar las tareas más livianas (tener Whatsapp, el navegador, o una llamada en curso de fondo) a cargo de estos núcleos con tal de reducir el uso total del procesador y dar mayor margen a los núcleos de alto rendimiento.
Hay más dudas que verdades. No se sabe cuál es una configuración equilibrada de núcleos big/little, no se sabe cómo lo gestionará el Sistema Operativo, ni tan siquiera se sabe si finalmente tendrá mucho sentido.
Aunque el caso del MacBook y la marca que deja Apple, nos hace pensar que sí lo tiene. Además, como se decía al incio: Microsoft apunta a los big.LITTLE con Windows 11. Con la ISO filtrada ya se han hecho benchmarks y es un hecho.
Conclusión
Microsoft se preocupa por big.LITTLE. ARM llega con fuerza y los sistemas operativos deben estar listos. macOS ya trabaja con tecnología ARM, Windows no podía ser menos. Siendo directos con el título de este texto: sí, big.LITTLE es importante. Lo que no puede saberse con certeza es cómo será el desenlace de esta situación. Queda sentarse y esperar, a ver cómo crecen y se adaptan las distintas tecnologías involucradas en el proceso.
“Artículo publicado para el concurso de redacción de Geeknetic”
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