Los mensajes subliminales pueden manipular la mente de una persona sin
que tenga consciencia de ello, convirtiéndola en un
robot. En un principio, la sensación de que nadie podía evitar ser
víctima de estos mensajes, dado que no era posible captarlos,
generó un gran sentimiento de indefensión. No es de extrañar, pues, que
se creara un profundo rechazo hacia todo lo subliminal
y que se redactaran leyes para su prohibición
En 1957 se llevó a cabo la famosa y ya clásica investigación sobre
publicidad subliminal, que consistió en insertar en la película
\"Picnic\",
protagonizada por William Holden y la entonces desconocida Kim Novak,
mensajes subliminales que aparecían en la pantalla a 1/3.000
segundo y decían \"¿Tienes hambre? come palomitas\" y \"Bebe Coca-Cola\". A
consecuencia de esta manipulación, las ventas de palomitas
se incrementaron en casi un 58% y las de Coca-Cola en un 18%.
La reacción ante esta investigación fue parecida a la que hace unas
semanas hemos vivido con la oveja \"Dolly\", la mayoría de las personas
consideraban esta manipulación como algo inadmisible. Este estudio ponía
de manifiesto que la mente humana puede ser manipulada sin
que se tenga consciencia de ello, convirtiéndonos en una especie de
robots dirigidos mediante mensajes subliminales. La sensación de que
nadie podía evitar ser víctima de estos mensajes, dado que no podían ser
captados, generó un sentimiento de indefensión insoportable. No
es de extrañar, pues, que se produjera un profundo rechazo hacia todo lo
subliminal y que se redactaran leyes para su prohibición.
La reacción de repulsa que creó esta investigación no evitó en lo más
mínimo las utilización de mensajes subliminales. Muy al contrario,
empezaron a emplearse cada vez más, sobre todo con fines publicitarios,
alarmando grandemente a la sociedad. Los medios de
comunicación reflejaban muy bien esta alarma. Por ejemplo, \"Newsday\"
consideró la estimulación subliminal como \"la invención más
alarmante desde la de la bomba atómica\" y \"The New York Times\" publicó:
\"Nos ha tocado vivir una triste época en la que nuestras
mentes, aunque no nuestras casas, pueden ser derribadas e invadidas\".
Los ejemplos de estímulos subliminales que desde entonces se emplean en
publicidad son numerosos. Los anuncios que utilizan en mayor
medida estos estímulos son los de bebidas alcohólicas y tabaco. Los
estímulos más usuales consisten en palabras o dibujos que aluden a
asuntos sexuales o de muerte normalmente escondidos en el anuncio. Son
incitaciones que no suelen ser captadas conscientemente, a no
ser que alguien nos indique exactamente dónde están y en qué consisten.
Los mensajes subliminales de contenido sexual acostumbran a
incluir, con frecuencia, órganos sexuales y circunstancias prohibidas
como la infidelidad y la promiscuidad. Los estímulos relacionados con
la muerte suelen ser máscaras, espectros, fantasmas, cabezas degolladas
y miembros amputados. Mientras es fácil de entender la utilización
de estímulos subliminales de carácter sexual en los anuncios, puesto que
de hecho de forma no subliminal también se emplean, es más difícil
comprender por qué se usan los relacionados con la muerte. La
explicación que los psicoanalistas suelen dar ante la utilización de
estos
estímulos es que el alcohólico o el fumador bebe o fuma, como efecto de
frustraciones o fracasos no superados, buscando acelerar su
autodestrucción. Partiendo de esta idea, la estimulación inconsciente de
este impulso produciría un aumento del consumo.
que tenga consciencia de ello, convirtiéndola en un
robot. En un principio, la sensación de que nadie podía evitar ser
víctima de estos mensajes, dado que no era posible captarlos,
generó un gran sentimiento de indefensión. No es de extrañar, pues, que
se creara un profundo rechazo hacia todo lo subliminal
y que se redactaran leyes para su prohibición
En 1957 se llevó a cabo la famosa y ya clásica investigación sobre
publicidad subliminal, que consistió en insertar en la película
\"Picnic\",
protagonizada por William Holden y la entonces desconocida Kim Novak,
mensajes subliminales que aparecían en la pantalla a 1/3.000
segundo y decían \"¿Tienes hambre? come palomitas\" y \"Bebe Coca-Cola\". A
consecuencia de esta manipulación, las ventas de palomitas
se incrementaron en casi un 58% y las de Coca-Cola en un 18%.
La reacción ante esta investigación fue parecida a la que hace unas
semanas hemos vivido con la oveja \"Dolly\", la mayoría de las personas
consideraban esta manipulación como algo inadmisible. Este estudio ponía
de manifiesto que la mente humana puede ser manipulada sin
que se tenga consciencia de ello, convirtiéndonos en una especie de
robots dirigidos mediante mensajes subliminales. La sensación de que
nadie podía evitar ser víctima de estos mensajes, dado que no podían ser
captados, generó un sentimiento de indefensión insoportable. No
es de extrañar, pues, que se produjera un profundo rechazo hacia todo lo
subliminal y que se redactaran leyes para su prohibición.
La reacción de repulsa que creó esta investigación no evitó en lo más
mínimo las utilización de mensajes subliminales. Muy al contrario,
empezaron a emplearse cada vez más, sobre todo con fines publicitarios,
alarmando grandemente a la sociedad. Los medios de
comunicación reflejaban muy bien esta alarma. Por ejemplo, \"Newsday\"
consideró la estimulación subliminal como \"la invención más
alarmante desde la de la bomba atómica\" y \"The New York Times\" publicó:
\"Nos ha tocado vivir una triste época en la que nuestras
mentes, aunque no nuestras casas, pueden ser derribadas e invadidas\".
Los ejemplos de estímulos subliminales que desde entonces se emplean en
publicidad son numerosos. Los anuncios que utilizan en mayor
medida estos estímulos son los de bebidas alcohólicas y tabaco. Los
estímulos más usuales consisten en palabras o dibujos que aluden a
asuntos sexuales o de muerte normalmente escondidos en el anuncio. Son
incitaciones que no suelen ser captadas conscientemente, a no
ser que alguien nos indique exactamente dónde están y en qué consisten.
Los mensajes subliminales de contenido sexual acostumbran a
incluir, con frecuencia, órganos sexuales y circunstancias prohibidas
como la infidelidad y la promiscuidad. Los estímulos relacionados con
la muerte suelen ser máscaras, espectros, fantasmas, cabezas degolladas
y miembros amputados. Mientras es fácil de entender la utilización
de estímulos subliminales de carácter sexual en los anuncios, puesto que
de hecho de forma no subliminal también se emplean, es más difícil
comprender por qué se usan los relacionados con la muerte. La
explicación que los psicoanalistas suelen dar ante la utilización de
estos
estímulos es que el alcohólico o el fumador bebe o fuma, como efecto de
frustraciones o fracasos no superados, buscando acelerar su
autodestrucción. Partiendo de esta idea, la estimulación inconsciente de
este impulso produciría un aumento del consumo.
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