La semana pasada conseguí hacerme con un Macbook Air de 11 a un precio fuera de lo común (esta vez nuevo) pero este post no va sobre mis pobres habilidades para encontrar buenas ofertas, va mas bien sobre mi fascinación por una tecnología que Microsoft incluyo en Windows 8 y que personalmente encuentro de gran utilidad.
Me refiero concretamente a "Windows to Go" con el que podemos ejecutar una versión completa de Windows 8 (8.1 también) directamente sobre USB y en cualquier PC sin apenas problemas de compatibilidad por cambios de chipsets, etc. Es un sistema orientado a entornos profesiones, de hecho solo se admite su uso con versiones de Windows 8 Enterprise, pero podemos montar cualquier versión de Windows 8 con unos sencillos pasos que quizás pueda relataros en una próxima ocasión.
La ventaja de Windows to Go, si lo montamos en las unidades adecuadas (un poco caras todavía), es que tendremos un soporte adecuado para su ejecución en un interfaz extraible (las unidades compatibles podemos incluso retirarlas del conector unos segundos y el sistema no caerá) gracias a mejoras en las unidades USB compatibles que son básicamente unidades SSD a todos los efectos montadas con un interfaz USB que normalmente es compatible con USB 3.0.
El Macbook Air de 11", version "Early 2014", que he adquirido cuenta con este tipo de Interfaz y también con un sistema de arranque EFI que es similar al que usa Windows To Go para arrancar. Esto significa, aunque no funciona en algunos Mac, que podemos arrancar Windows To Go en nuestro Mac sin necesidad de hacer uso de Bootcamp. Bootcamp que nos obliga a usar dos discos internos (cosa imposible en un Air) o a perder espacio para nuestro MacOS redimensionando el disco principal. Con Windows to Go podemos tener acceso a un Windows completo corriendo desde un Pendrive USB 3.0 con un rendimiento excepcional y sin muchos problemas de compatibilidad.
De hecho en mi experiencia lo único que no he conseguido echar a andar, aun, es el teclado iluminado del Macbook Air que sin duda es un mal menor si lo que necesitamos es ejecutar Windows de forma puntual para ejecutar alguna aplicación que este disponible solo para este sistema. Windows to Go también nos permite la encriptación por hardware de los datos (software si nuestra unidad no tiene este tipo de tecnología) así que tendremos datos seguros en la palma de nuestra mano y, como veis, con una compatibilidad tal que va mas allá de máquinas PC.
Para los que necesitéis mas datos el pendrive que uso para Windows to Go es un Kingston Workspace de 64GB. Su coste ronda los 130 Euros y monta una controladora Sandforce SF2281 con una velocidad de unos 250MB/s tanto en escritura como lectura. Windows arranca en unos 8 segundos después de seleccionarlo en el arranque. Si lo arrancamos por primera vez en una máquina nueva tendremos que esperar a que Windows detecte el nuevo hardware y eso tardará algunos minutos. Si cambiamos la unidad de máquina no tendremos que volver a pasar por el mismo proceso de configuración en ordenadores ya conocidps por el sistema.
Me refiero concretamente a "Windows to Go" con el que podemos ejecutar una versión completa de Windows 8 (8.1 también) directamente sobre USB y en cualquier PC sin apenas problemas de compatibilidad por cambios de chipsets, etc. Es un sistema orientado a entornos profesiones, de hecho solo se admite su uso con versiones de Windows 8 Enterprise, pero podemos montar cualquier versión de Windows 8 con unos sencillos pasos que quizás pueda relataros en una próxima ocasión.
La ventaja de Windows to Go, si lo montamos en las unidades adecuadas (un poco caras todavía), es que tendremos un soporte adecuado para su ejecución en un interfaz extraible (las unidades compatibles podemos incluso retirarlas del conector unos segundos y el sistema no caerá) gracias a mejoras en las unidades USB compatibles que son básicamente unidades SSD a todos los efectos montadas con un interfaz USB que normalmente es compatible con USB 3.0.
El Macbook Air de 11", version "Early 2014", que he adquirido cuenta con este tipo de Interfaz y también con un sistema de arranque EFI que es similar al que usa Windows To Go para arrancar. Esto significa, aunque no funciona en algunos Mac, que podemos arrancar Windows To Go en nuestro Mac sin necesidad de hacer uso de Bootcamp. Bootcamp que nos obliga a usar dos discos internos (cosa imposible en un Air) o a perder espacio para nuestro MacOS redimensionando el disco principal. Con Windows to Go podemos tener acceso a un Windows completo corriendo desde un Pendrive USB 3.0 con un rendimiento excepcional y sin muchos problemas de compatibilidad.
De hecho en mi experiencia lo único que no he conseguido echar a andar, aun, es el teclado iluminado del Macbook Air que sin duda es un mal menor si lo que necesitamos es ejecutar Windows de forma puntual para ejecutar alguna aplicación que este disponible solo para este sistema. Windows to Go también nos permite la encriptación por hardware de los datos (software si nuestra unidad no tiene este tipo de tecnología) así que tendremos datos seguros en la palma de nuestra mano y, como veis, con una compatibilidad tal que va mas allá de máquinas PC.
Para los que necesitéis mas datos el pendrive que uso para Windows to Go es un Kingston Workspace de 64GB. Su coste ronda los 130 Euros y monta una controladora Sandforce SF2281 con una velocidad de unos 250MB/s tanto en escritura como lectura. Windows arranca en unos 8 segundos después de seleccionarlo en el arranque. Si lo arrancamos por primera vez en una máquina nueva tendremos que esperar a que Windows detecte el nuevo hardware y eso tardará algunos minutos. Si cambiamos la unidad de máquina no tendremos que volver a pasar por el mismo proceso de configuración en ordenadores ya conocidps por el sistema.
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