Tanto si lo sabes como si no, en algún momento has participado en la llamada "lotería del silicio" (silicon lottery). Es probable que incluso hayas oído ese nombre en algún sitio, sobre todo si haces overclocking, pero ¿qué es exactamente?
Conviene, para entender este concepto, comprender que los microprocesadores que hoy utilizamos se crean a partir de una solución de arena, compuesta principalmente de dióxido de silicio; y silicio en estado puro. La construcción del die a partir de este material luego es extremadamente precisa, casi a nivel atómico. Pongamos como ejemplo un intel core i7 7700k y un 7700. Son, esencialmente, el mismo procesador, sólo que uno tiene desbloqueados los multiplicadores de frecuencia y voltaje, y el otro es el 7700. Pero Intel no bloquea esos multiplicadores sólo para venderte la versión desbloqueada más cara, sino que en ocasiones, a la hora de construir un 7700k, imperfecciones en el silicio que forma las conexiones internas del procesador o alguna mínima inconsistencia en su estructura hace que el procesador resultante no tenga todo el potencial que Intel espera de un producto más caro para aquellos que quieran hacer overclocking, de forma que se bloquean los multiplicadores y se vende como un producto inferior (core i7 7700). A este proceso de seleccionar y re-etiquetar productos basándose en su potencial se le llama "binning".
Esencialmente, no existen dos procesadores iguales, unos son mejores que otros, y aquí es donde viene el nombre de "lotería" del silicio. Siempre que se compra un procesador (o una tarjeta gráfica), inevitablemente se participa en esta lotería, se arriesga a que tu componente sea un 3 o 5% menos eficiente o rápido que el que otra persona pueda comprarse por el mismo precio. También te arriesgas a que sea mejor, por supuesto, a lo que se le llama "ganar la lotería del silicio. Puede que tu 7700k alcance los 5,2GHz sin refrigeración líquida, o puede que nunca alcance los 4,9.
Puede parecer que esta es una excusa por parte de las grandes marcas para subir los precios de los productos que "salen bien de la fábrica", pero también se puede ver como una demostración de los estándares de calidad que ofrecen las mismas. Si un procesador no está a la altura de llamarse un 7700k, no te lo venderán como tal. Curiosamente, esto no sólo afecta a temperaturas y a velocidades. Si alguno de los núcleos de un procesador resultan defectuosos o menos potentes, esos núcleos se desactivarán y se reducirá incluso su gama. Por ejemplo, si un quad-core 7700k trae dos núcleos defectuosos, tras desactivarlos, se podría vender el procesador como un core i3 7350k.
Para concluir, no se debe permitir que el miedo a perder la lotería del silicio te desanime para comprar ese ryzen 5 para el que tanto tiempo llevas ahorrando. La diferencia que estas inconsistencias generan es mínima, y en el mejor de los casos, conseguirás más por tu dinero de lo que AMD anuncia, además de que las empresas se aseguran de que siempre recibas aquello por lo que pagues. ¡Juguemos a la lotería!
Conviene, para entender este concepto, comprender que los microprocesadores que hoy utilizamos se crean a partir de una solución de arena, compuesta principalmente de dióxido de silicio; y silicio en estado puro. La construcción del die a partir de este material luego es extremadamente precisa, casi a nivel atómico. Pongamos como ejemplo un intel core i7 7700k y un 7700. Son, esencialmente, el mismo procesador, sólo que uno tiene desbloqueados los multiplicadores de frecuencia y voltaje, y el otro es el 7700. Pero Intel no bloquea esos multiplicadores sólo para venderte la versión desbloqueada más cara, sino que en ocasiones, a la hora de construir un 7700k, imperfecciones en el silicio que forma las conexiones internas del procesador o alguna mínima inconsistencia en su estructura hace que el procesador resultante no tenga todo el potencial que Intel espera de un producto más caro para aquellos que quieran hacer overclocking, de forma que se bloquean los multiplicadores y se vende como un producto inferior (core i7 7700). A este proceso de seleccionar y re-etiquetar productos basándose en su potencial se le llama "binning".
Esencialmente, no existen dos procesadores iguales, unos son mejores que otros, y aquí es donde viene el nombre de "lotería" del silicio. Siempre que se compra un procesador (o una tarjeta gráfica), inevitablemente se participa en esta lotería, se arriesga a que tu componente sea un 3 o 5% menos eficiente o rápido que el que otra persona pueda comprarse por el mismo precio. También te arriesgas a que sea mejor, por supuesto, a lo que se le llama "ganar la lotería del silicio. Puede que tu 7700k alcance los 5,2GHz sin refrigeración líquida, o puede que nunca alcance los 4,9.
Puede parecer que esta es una excusa por parte de las grandes marcas para subir los precios de los productos que "salen bien de la fábrica", pero también se puede ver como una demostración de los estándares de calidad que ofrecen las mismas. Si un procesador no está a la altura de llamarse un 7700k, no te lo venderán como tal. Curiosamente, esto no sólo afecta a temperaturas y a velocidades. Si alguno de los núcleos de un procesador resultan defectuosos o menos potentes, esos núcleos se desactivarán y se reducirá incluso su gama. Por ejemplo, si un quad-core 7700k trae dos núcleos defectuosos, tras desactivarlos, se podría vender el procesador como un core i3 7350k.
Para concluir, no se debe permitir que el miedo a perder la lotería del silicio te desanime para comprar ese ryzen 5 para el que tanto tiempo llevas ahorrando. La diferencia que estas inconsistencias generan es mínima, y en el mejor de los casos, conseguirás más por tu dinero de lo que AMD anuncia, además de que las empresas se aseguran de que siempre recibas aquello por lo que pagues. ¡Juguemos a la lotería!